Durante los 50 años transcurridos desde la introducción de la fregona en España, han sido varios los intentos de minimizar las aportaciones realizadas por Manuel Jalón en 1964, cuando no de atribuirse otras personas el mérito de haber realizado las aportaciones decisivas en la evolución de la fregona, hasta llegar a la que conocemos hoy en día.

Este último es el caso de los sucesores de Emilio bellvis Montesano, al que Manuel jalón ofreció en 1957 participar como socio industrial en la explotación de la fregona de rodillos.

En 1959 Emilio Bellvis Montesano registró un escurridor como MODELO DE UTILIDAD.

La única novedad de este modelo era la presencia de unos resaltes en el interior del escurridor y no el escurridor mismo, razón por la que previamente fue rechazado como patente de invención.

Las pruebas que se hicieron en Rodex con este modelo fueron un fracaso, ya que se enganchaban los hilos de algodón de la fregona.

No se llegó a desarrollar industrialmente.

No obstante, sobre la base de ese modelo, Manufacturas Rodex diseñó un nuevo escurridor en el que los resaltes eran mínimos. De este modelo se fabricaron y comercializaron 3.000 unidades a modo de prueba (con licencia de Bellvis al incorporar los resaltes).

No tuvo éxito y se desechó.

En definitiva, el MODELO DE UTILIDAD de Emilio Bellvis Montesano carece de la característica que precisamente define el modelo de utilidad: no apta ninguna utilidad en la función para la que se había diseñado. Se trata, por lo tanto, de una contribución absolutamente irrelevante en la historia de la fregona y un claro retroceso industrial.

En 1962 Bellvis Montesano dejó de trabajar en Manufacturas RODEX e inició por su cuenta la fabricación de fregonas, tarea en la que también fracasó.
 



MODELO DE UTILIDAD
registrado por Emilio Bellvis en 1959

PROTOTIPO
Detalle de los resaltes